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Ciudad de México — Dos grupos criminales rivales que han acaparado el mercado del mortal fentanilo lo han hecho con ingenio y lo último en tecnología, coinciden en señalar funcionarios y exfuncionarios de México y Estados Unidos.
Los cárteles de Sinaloa y Jalisco se han convertido en ‘geeks’, expertos en alta tecnología, y hacen uso de refinadas tácticas comerciales, comunicaciones encriptadas y medios sociales para reclutar vendedores que promuevan sus productos en el Norte de Texas y el resto del país.
Todo eso sin jamás poner un pie en suelo estadounidense, dice Aileen Teague, profesora asistente de Texas A&M University especializada en la historia de los cárteles de la droga en México.
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“Las posibilidades de los cárteles de la droga al usar la tecnología para su provecho son ilimitadas”, dijo la catedrática, y agregó que es necesario instituir nuevas normas que obliguen a las compañías de medios sociales a hacer más para bloquear los anuncios de pastillas falsificadas.
En términos generales, cualquier persona que tenga un smartphone —más del 80% de la población de Estados Unidos— y conexión WiFi puede entrar en contacto con las redes criminales que trafican las mortales pastillas, dice Vanda Felbab-Brown, experta en cárteles mexicanos en Brookings Institution.
“El fentanilo es la droga de los medios sociales”, afirma. “Prácticamente cualquiera tiene acceso a ella”.
Por ejemplo, en un notorio caso ocurrido en Carrollton que resultó en hasta 10 sobredosis en menores de edad, tres de ellas con saldo de muerte, un hombre usó los medios sociales para pactar la venta de droga y describir la calidad de las pastillas que estaba vendiendo, según las autoridades federales.
Teague apunta que los cárteles están usando los medios sociales para traficar drogas mientras Texas gasta millones de dólares en erigir un muro en la frontera.
Estadísticas sobre decomisos en la frontera muestran que la mayor parte de la droga, y especialmente el fentanilo, está ingresando a Estados Unidos a través de los puertos de entrada, y no por otras secciones de la frontera.
“Es un recordatorio de que, en conjunto, como gobierno, estamos poniendo mucha atención en los lugares equivocados”, agregó Teague.
“Esto demuestra la futilidad de la vigilancia y la seguridad fronteriza en cierto sentido, porque ellos (los cárteles) pueden hacer uso de toda esta infraestructura tecnológica que la sociedad emplea” para burlar la seguridad fronteriza.
Líderes republicanos han amenazado con una intervención militar para aniquilar los laboratorios y cárteles en suelo mexicano y han hecho un llamado a aislar a México detrás de una muralla con tal de detener el flujo de fentanilo, a pesar de que el gobierno estadounidense ha dicho que alrededor del 86% de las personas condenadas por contrabando de fentanilo a través de los puertos de entrada son estadounidenses, según la Comisión de Sentencias, una entidad del poder judicial federal.
Las pastillas azules de fentanilo que están saturando las comunidades del Norte de Texas han causado un incremento de las sobredosis fatales y visitas a las salas de urgencias de los hospitales, no solo entre adultos sino también estudiantes.
Fiscales federales del área de Dallas han acusado a docenas de personas por vender pastillas con trazas de fentanilo, unas 100 de las cuales presuntamente estaban vinculadas a una célula de tráfico de drogas del Cártel de Sinaloa.
Las autoridades dicen que el fentanilo ha dejado atrás a otras drogas callejeras como la más mortal y más ampliamente disponible en el Norte de Texas.
El fentanilo, un opioide sintético originalmente formulado como anestésico, es de 50 a 100 veces más potente que la morfina. Un monto igual a la punta de un lápiz afilado puede ser letal.
Usan Facebook, TikTok y WhatsApp
El uso de los medios sociales no es cosa nueva para las organizaciones criminales.
Por mucho tiempo los cárteles han recurrido a la codificación para comunicarse en plataformas como Facebook y YouTube y provocar el terror en las poblaciones.
Se han videograbado ejecutando a sus rivales, han publicado los videos en YouTube y han filtrado su contenido a los medios para ampliar la difusión de su mensaje.
“Como cualquier compañía Fortune 500, uno tiene que estar en la mejor forma posible, con lo último en inteligencia y tecnología. Con las organizaciones criminales es igual, y los medios sociales son una herramienta vital para mantenerse adelante de sus rivales y del gobierno”, dijo Oscar Hagelsieb, exagente especial y director de una división de inteligencia de Investigaciones de Seguridad Nacional.
Durante las últimas tres décadas se dedicó a perseguir a las organizaciones criminales.
“Los medios sociales les dan notoriedad”, observa Arturo Fontes, exagente del FBI y presidente de Fontes International Solutions.
“Les dan una plataforma para enviar mensajes y hacer miles de millones de dólares” en ventas de drogas ilícitas.
La crisis de opioides en Estados Unidos ha alcanzado proporciones catastróficas. El año pasado murieron más de 80,000 personas por sobredosis de opioides, la mayoría drogas sintéticas ilícitas como el fentanilo, más de siete veces más que hace una década.
“Esta es la epidemia más peligrosa que hemos visto”, dijo Ray Donovan, director de operaciones de la DEA.
“El fentanilo no es como cualquier otro narcótico ilícito; es instantáneamente mortal”.
Pandilllas controlan Dallas
En Dallas hay pandillas que se encargan de distribuir la droga, pero también algunos “freelancers”, operadores que trabajan por su cuenta en Texas durante algunos meses, detalla Eduardo Chávez, agente especial a cargo de la oficina de la DEA en Dallas.
Evitan llamar la atención y están en contacto con los proveedores mexicanos; toman instrucciones directas en tiempo presente mediante aplicaciones de mensajería codificada como Signal, dijo.
Agentes de la DEA sostienen que Rafael Galindo Gallegos, exresidente de Plano, dirige una multimillonaria operación de tráfico de fentanilo desde México.
Gallegos, de 53 años, huyó del Norte de Texas a un rancho fuertemente resguardado en el estado de Durango, en el noroeste de México, hace varios años.
Él es el responsable de manejar la exportación de heroína, cocaína y otras drogas a Estados Unidos para el Cártel de Sinaloa, alega la DEA en documentos judiciales federales.
“Algunos de estos maleantes están en algún lugar de Durango o Los Mochis enviando órdenes directas a sus operadores, diciéndoles: ‘Toma la Central Expressway, sal por la derecha y dirígete al 7-Eleven’”, dijo Chávez.
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Los grupos del crimen organizado usan plataformas como WhatsApp, Signal y Telegram por su capacidad de codificación.
Los mensajes desaparecen en cuestión de minutos u horas, por lo cual son difíciles de rastrear, a diferencia de las llamadas telefónicas y mensajes de texto, explica Fontes.
Una técnica ordinaria de la DEA para desarticular las redes de tráfico de droga es intervenir sus líneas telefónicas para escuchar sus conversaciones.
El caso de Carrollton
Dos de tres personas recientemente acusadas de vender pastillas con contenido de fentanilo a adolescentes de Carrollton emplearon los medios sociales para sus actividades ilícitas, afirman las autoridades federales.
Jason Xavier Villanueva fue acusado de conspiración para distribuir fentanilo con relación a las muertes de tres estudiantes del distrito escolar de Carrollton-Farmers Branch y la hospitalización de otros seis, se indica en documentos judiciales.
Villanueva, de 22 años, usó una popular aplicación de medios sociales para negociar transacciones de droga con narcomenudistas menores de edad y describir la calidad de las pastillas que estaba vendiendo.
También presuntamente posteó fotografías de pastillas “M30″, dinero y armas de fuego en los medios sociales.
Las autoridades no especificaron cuál plataforma utilizó, pero fotografías de los mensajes incluidos en la denuncia penal indican que se trataría de Instagram.
Un vendedor de droga menor de edad, por ejemplo, le envió un mensaje a Villanueva acerca de adquirir algunas pastillas.
“tryna see if u can do $130 for 40 30s?”
Los agentes dicen que el narcomenudista se refería a 40 pastillas con fentanilo por $130. Supuestamente Villanueva respondió “Yuh” y “lmk” (avísame).
Villanueva era la “la principal fuente” del opioide sintético, según los documentos.
Luis Eduardo Navarrete, de 21 años, otro de los acusados en el caso federal de tráfico de drogas, es acusado de vender pastillas de fentanilo a un estudiante de 16 años de la escuela preparatoria R.L. Turner por medio de mensajes en Instagram.
Una denuncia federal dice que la policía observó a Navarrete “efectuar una transacción de mano a mano” con el traficante menor de edad frente a la casa de Navarrete en enero.
El estudiante trituró la pastilla y la inhaló en el porche de la casa, dice la denuncia.
Entonces el muchacho se fue caminando a la escuela de Carrollton, donde un oficial escolar lo oyó hacer “un ruido de succión” en un cubículo de los sanitarios, se lee en los documentos.
El estudiante admitió haber tomado una pastilla con fentanilo, dice la denuncia.
El oficial escolar examinó mensajes en Instagram entre el estudiante y Navarrete que confirmaban la compraventa de la droga.
Tanto Villanueva como Navarrete se declararon inocentes y están en espera de juicio. No fue posible entrar en contacto con sus abogados para conocer sus comentarios.
Suben fotos
José Alfredo Martínez, uno de los acusados en el caso de Gallegos, publicó fotos en los medios sociales donde aparece él “conduciendo con armas de fuego y escoltado por policías en México”.
Socio cercano de Gallegos, Martínez vendía Xanax, oxicodona y pastillas de fentanilo en la dark web a sus clientes en Estados Unidos y enviaba unas 200,000 pastillas de Xanax por mes, acusan los fiscales.
Martínez se declaró inocente y está en espera de ser enjuiciado. No fue posible contactar a su abogado.
En un comunicado de prensa en septiembre de 2022, el Departamento de Justicia precisó que en unas 130 investigaciones de la DEA sobre tráfico de fentanilo, la venta de dichas pastillas se había efectuado a través de medios sociales como Snapchat, Facebook Messenger, Instagram y TikTok.
La DEA y otras corporaciones se incautaron de más de 10 millones de pastillas de fentanilo y unas 980 libras de fentanilo en polvo en el marco de la campaña “One Pill Can Kill” el año pasado.
En una audiencia en febrero ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado sobre el uso de los medios sociales en la venta de fentanilo, la administradora de la DEA, Anne Milgram, declaró:
“Las drogas producidas por el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco con frecuencia terminan siendo comercializadas por traficantes en plataformas de medios sociales para expandir sin descanso su negocio y vender con engaños falsas píldoras recetadas directamente a jóvenes y adolescentes”.
Se sabe que los narcotraficantes utilizan varios medios sociales simultáneamente, agregó la funcionaria en la audiencia.
Consideró que las compañías de medios sociales “no están haciendo lo suficiente” y que se les tiene que hacer responsables.
“Ahora vemos a los medios sociales como una supercarretera de narcóticos”, declaró Milgram ante el comité.
“Los cárteles entienden que si alguien muere por tomar su mortal fentanilo, hay otros 100 millones de usuarios en Snapchat a quienes pueden venderles sus drogas”.
En marzo, el fiscal general federal Merrick Garland dijo al Comité Judicial del Senado que las compañías de medios sociales deben hacer más para detener la venta de drogas ilegales como el fentanilo en sus plataformas.
Se reorganizan grupos criminales
El fentanilo ha dado paso a una gran reorganización de los grupos criminales en México.
Aunque existen más de 200 células criminales, dos son las que destacan —los cárteles de Sinaloa y Jalisco—, en parte porque adoptaron la tecnología y los medios sociales.
Ambos son escisiones del Cártel de Guadalajara, y ambos llevan el nombre de los estados del Pacífico mexicano donde están asentados.
“Estamos hablando de dos cárteles que se reorganizaron, así que para qué habrían de querer hacerse daño a sí mismos”, planteó Guadalupe Correa-Cabrera, profesora asociada de George Mason University y experta en los cárteles.
“Se han vuelto más sofisticados en sus estrategias para llevar a cabo su negocio de contrabando de estupefacientes”.
Felbab-Brown, también experta en los cárteles mexicanos, dijo que mientras Washington endurece el tono, los cárteles han adquirido más poder y se han vuelto más ricos.
“Los dos principales actores son los cárteles de Sinaloa y Jalisco, pero su rivalidad va más allá de la heroína, hasta todo tipo de rubros económicos, ya se trate de pesca, tala, agricultura, maíz, aguacate... usted escoge”.
“Ellos gobiernan territorios, personas, economías y, de hecho, también gobiernan instituciones”, abundó, al señalar que más del 20% del territorio mexicano está bajo control de grupos criminales, porción que continúa creciendo.
Y apunta a los “extremos niveles de corrupción y de infiltración de los cárteles en las instituciones judiciales y policiales de México”, lo que hace casi imposible al gobierno mexicano ayudar a Estados Unidos en la guerra contra las drogas.
La urgencia ante la crisis de fentanilo ha hecho a los dirigentes de ambos países buscar soluciones.
Estados Unidos y México están cerca de llegar a un acuerdo en el que la administración Biden haría más por controlar y rastrear el flujo de armas de fuego —incluyendo armas de asalto en Texas— que cruzan a México, de acuerdo con un funcionario mexicano de alto rango.
A cambio, el gobierno de México haría más por destruir los laboratorios y materias primas que se usan en la producción de fentanilo, dijo el funcionario.
Esas pláticas ya llevan varios meses, comentó.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador dijo que dará a conocer un reporte detallado de la lucha de México contra el fentanilo, incluyendo el costo en vidas en su país.
Pero fue enfático en que no va a permitir una operación militar de Estados Unidos en México, como lo proponen legisladores republicanos, para atacar a los cárteles y sus laboratorios.
Consejos para los padres
Este año, fiscales federales en California refirieron a los padres de familia a la Fuerza de Tareas de San Diego Contra el Abuso de Fármacos Recetados después de que un traficante fue sentenciado por vender fentanilo a través de Instagram a un adolescente de 15 años que murió de sobredosis.
La fuerza de tareas aconseja a los padres hablar de manera informal con sus hijos sobre el uso de los medios sociales, en vez de convocar a una reunión familiar.
Hay una guía para padres sobre medios sociales aquí: https://www.sdpdatf.org/community-parent-fentanyl-toolkit (Desplazarse hacia abajo hasta “Snapchat toolkit”).
Otros consejos son:
- Absténgase de emitir juicios mientras escucha a su hijo y déjelo terminar sin interrupción
- Dígales a sus hijos que se cuiden de anuncios que puedan ver en los medios sociales
- Descargue aplicaciones de control parental como Web Watcher y Mama Bear
- Pregúntele a su proveedor de telefonía celular sobre medios de control parental que incluye su plan y cómo usarlos en el teléfono de su hijo
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Alfredo Corchado reportó desde la Ciudad de México y la frontera México-Estados Unidos. Kevin Krause reportó desde el Norte de Texas
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