Qué esperar el primer día del juicio político contra Ken Paxton, fiscal general de Texas

Austin — Lo que está en juego no podría ser mayor para el fiscal general de Texas, Ken Paxton, cuando comience su juicio político el martes.

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Una absolución significaría una reivindicación. Lo que colocaría en una mejor posición a Paxton ante los ojos de los votantes conservadores, quienes lo reeligieron para un tercer mandato el año pasado. Una condena, sin embargo, implicaría la pérdida de su puesto e incluso se le podría prohibir ocupar un cargo electo en Texas nunca más.

El juicio político, el primero de este tipo Texas en medio siglo, se realizará en el Capitolio estatal y profundizará en vastas acusaciones de corrupción contra el principal abogado del estado. Los senadores estatales actuarán como jurados mientras que el vicegobernador Dan Patrick presidirá el proceso. Se espera que Paxton y decenas de testigos estén allí el primer día.

Paxton, quizá uno de los fiscales estatales más conocidos del país, calificó el juicio como una farsa política y lo comparó con los problemas legales de su aliado Donald Trump.

“[Republicanos sólo de nombre] y radicales de extrema izquierda han establecido un tribunal canguro —como se le conoce peyorativamente a procesos legales poco serios, parciales o manipulados— en la Legislatura de Texas para eliminar al fiscal general más conservador de Estados Unidos”, dice la publicación fijada en la cuenta X (antes Twitter) de Paxton, donde pide donaciones: “Ayúdame en la lucha”.

Paxton niega haber actuado mal.

No hay delitos penales asociados con el juicio político y Paxton no perderá automáticamente su pensión estatal en caso de ser declarado culpable. Por lo pronto, está suspendido sin goce de sueldo a la espera del resultado del juicio.

En mayo, la Cámara de Representantes de Texas acusó a Paxton por 121 votos a favor y 23 en contra. La mayoría de los representantes republicanos respaldaron el juicio político.

La mayor parte de los 20 cargos del juicio político contra Paxton, que incluyen soborno, abuso de poder y obstrucción de la justicia, surgen de acusaciones sacadas a la luz a finales de 2020 por altos funcionarios bajo la autoridad de Paxton.

Estos ex empleados dicen que el fiscal general hizo favores políticos a Nate Paul, un promotor inmobiliario y donador de campaña acusado federalmente, a cambio de una remodelación de la cocina y un trabajo para una mujer con la que Paxton estaba teniendo una supuesta relación extramarital.

El histórico proceso probablemente atraerá a cientos de espectadores. El público puede asistir en persona si consigue una entrada gratuita y el juicio se transmitirá en directo en el sitio web del Senado.

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¿Qué podría pasar el martes?

Paxton quiere que se desestimen los artículos del juicio político y que se detenga el proceso incluso antes de que comience.

Sus abogados dicen que no puede ser destituido de su cargo por presuntas fechorías que han ocurrido desde su reelección, debido a la “doctrina de elecciones previas”, que, según ellos, hace que sea ilegal que un funcionario sea destituido por actos cometidos antes de su elección más reciente. Los directivos de la Cámara cuestionan ese argumento.

Los jurados del Senado podrían optar por votar sobre la moción de Paxton para desestimar el caso a primera hora del martes.

Si acceden a la solicitud, el juicio político podría terminar en ese mismo momento. Si deciden seguir adelante, el Senado tiene varios otros asuntos internos que completar antes de que los procedimientos comiencen oficialmente, incluido aceptar las reglas del juicio y tomar juramento a los testigos.

Se espera que algunos de los más de 100 testigos potenciales estén allí el primer día. Las personas clave en las listas de testigos son Paul, el hombre en el centro del caso, y la mujer con quien Paxton tuvo la supuesta relación extramarital.

Paxton o los administradores de la Cámara también quieren escuchar a los denunciantes, cuyo acuerdo judicial condujo al proceso de juicio político; trabajadores gubernamentales de múltiples agencias; y un quién es quién de los políticos de Texas, como el conservador Karl Rove y los rivales de Paxton en las primarias republicanas así como sus partidarios.

No está claro cuándo se llamará a los testigos a declarar.

La esposa del fiscal general, la senadora Angela Paxton (republicana por McKinney), debe estar presente en el proceso, pero no podrá ejercer el voto.

¿Paxton testificará?

El vicegobernador, como presidente del proceso, puede tomar la decisión final sobre todas las mociones previas al juicio, excepto aquellas para desestimar las acusaciones si el Senado procede a un juicio.

Los abogados de Paxton, por ejemplo, han pedido bloquear la mención de contribuciones de campaña o eventos ocurridos antes de este año. Quieren que tres senadores demócratas sean removidos como jurados, citando un presunto sesgo en contra de Paxton, y tampoco quieren que se obligue al fiscal general a testificar.

Paxton ha argumentado que se trata de un juicio penal que le otorga ciertos derechos como acusado. Patrick ya ha declarado públicamente que el proceso de juicio político no es ni civil ni penal, sino político, exclusivamente.

Los expertos señalan que los jurados en un juicio político, por ejemplo, pueden votar para destituir a un funcionario de su cargo incluso aunque no crean que la persona haya cometido un delito.

Los administradores de la Cámara, un grupo bipartidista de 12 legisladores que presentan el caso contra Paxton, quieren que suba al estrado incluso si decide ejercer su derecho a no responder ninguna pregunta.

El representante Andrew Murr, que dirige el grupo, dijo días después de la votación de juicio político en la cámara baja que el público debería comprender la “seriedad y magnitud de los abusos de poder del señor Paxton”.

“Los hechos en este caso son abrumadores y concluyentes”, agregó Murr, republicano por Junction, el 1 de junio.

Los representantes republicanos del Norte de Texas, Charlie Geren, de Fort Worth, Jeff Leach, de Allen, Morgan Meyer, de Dallas, y David Spiller, de Jacksboro, se encuentran entre los administradores de la Cámara.

Estos administradores han contratado abogados privados, a quienes se les pagará con dinero de los contribuyentes, para procesar el caso. Paxton no ha dicho cómo paga a su equipo legal, que incluye seis empleados estatales que se han tomado licencia de la oficina del fiscal general para defenderlo. Paxton asegura no utiliza dinero público.

¿Cuánto durará el juicio político de Paxton?

Se espera que el juicio dure al menos dos semanas.

Antes del juicio, los abogados de la Cámara de Representantes presentaron casi 4,000 páginas de documentos que detallan viajes de Uber con presuntos nombres falsos, registros financieros, mensajes de texto y más.

Cada parte tendrá 60 minutos para los argumentos iniciales y 24 horas para presentar pruebas, según las reglas del Senado. Las partes pueden interrogar a los testigos, y la refutación de pruebas y el argumento final se limitan a 120 minutos en total.

Si Paxton es declarado culpable de cualquiera de las acusaciones por las que se le hace este juicio político, cada parte tiene 15 minutos para presentar su caso sobre si debería ser descalificado para ocupar un cargo futuro. Una condena requiere una mayoría de dos tercios del voto del Senado.

Un juicio histórico

De trasfondo pueden vislumbrarse investigaciones criminales y otros problemas legales. El FBI investiga los vínculos de Paxton con Paul. Asimismo, Paxton enfrenta múltiples acusaciones penales estatales y un caso disciplinario del colegio de abogados del estado, los cuales han quedado en suspenso hasta después del juicio político.

Los juicios políticos son poco comunes en Texas. El último procedimiento para un funcionario electo a nivel estatal fue el del gobernador James “Pa” Ferguson, en 1917. El juez O.P. Carrillo fue el último texano en enfrentar un juicio político en 1976.

Ambos fueron destituidos de sus cargos.

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